jueves, 24 de enero de 2013

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA.


14/01/2013
MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA.
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Sí lo recuerdo bien: fue esa tía que todos tenemos que llega a tu casa y con sonrisa siniestra te jala los chapetes y te pregunta a qué te dedicarás cuando seas grande y a la que sonríes porque la mira inquisidora de tu papá te presiona; a penas iba yo a decir que quería ser educadora “porque me gustan los niños” cuando ella se apresuró a responder por mí –Si ya sé ¡tú deberías ser abogada o política, hablas tanto todo el tiempo y con palabras que usan los grandes!
La hermana de mi papá, regordeta, de ojos grandes y vestidos amplios, siguió insistiendo siempre que visitó la casa: ella debe ser abogada o política, pero esta vez si tuve valor para decirle que no, que yo sería educadora, como le dije a mi papá doce años después cuando me dijo que no podría irme a estudiar fuera porque: “eres muy chiquita”. -Papá pero si ya terminé la prepa, ya crecí y me quiero ir a Zacatecas a la Normal- repliqué-  pero nada valieron las súplicas, ni el apoyo de mi mamá, me tuve que conformar con estudiar en la Academia Comercial.
Después pasaron otras cosas en mi vida muy interesantes: me dediqué al periodismo y trabajé como Locutora en la Radio y pronto me convertí en corresponsal de una agencia nacional de noticias, pero nunca descarté mi anhelo por la docencia y cuando pude, me inscribí en la Normal, fui acepada y continué trabajando en prensa para costearme la carrera que resultó un tanto pesada porque viajaba  120 kilómetros de ida y vuelta todos los días para trabajar y estudiar.
 Ya han pasado más 23 años desde que recibí mi primer nombramiento, mis experiencias docentes han sido  frente a grupo todo el tiempo y me ha gustado mucho ser Educadora, creo que es mi vida y  a esta  profesión  me dedicaré hasta que me jubile porque como alguien un vez dijo: “por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón”.

PRINCIPIOS DE CONTEO


24 de enero de 2013                                                                        RIVERASMA_11PRINCON
 Las investigaciones sobre el aprendizaje infantil han señalado que el cerebro requiere de experiencias de calidad para su desarrollo pleno, donde aspectos como la adquisición del lenguaje son fundamentales porque el período que corresponde a la etapa preescolar es crucial para favorecer las distintas áreas del conocimiento, incluyendo el inicio del razonamiento matemático. Así lo indican también las reformas al modelo educativo que han sufrido modificaciones en los últimos años para adecuarlas a las necesidades infantiles.
 El docente debe poseer un adecuado nivel de competencias que se traduzcan en conocimientos, habilidades y actitudes encaminadas a propiciar a sus alumnos y alumnas estas oportunidades de aprendizaje; sin embargo las formas clásicas y tradicionales de trabajo, que tienen sus orígenes en su propia formación y en la negligencia de las autoridades hacia la actualización, han generado dificultades para esta tarea.
Algunas de estos obstáculos estriban en la brecha que existe entre las matemáticas que se “enseñan” en las aulas y las que los propios niños utilizan en la vida cotidiana, lo que podría ser una explicación de las actitudes de apatía y rechazo de muchas personas.
Este distanciamiento podría salvarse si los educadores nos despojamos de nuestras propias inercias y mostramos una actitud hacia la modernización; ampliamos nuestro conocimiento sobre el proceso cognitivo del preescolar; identificamos y seleccionamos los contenidos más relevantes e incorporamos las nuevas tecnologías para diseñar y aplicar situaciones de aprendizaje que impliquen poner en juego el razonamiento matemático para desarrollar competencias para la vida.
El desarrollo del razonamiento matemático en preescolar es un reto para los educadores, porque además de ser importante en sí mismo, también sienta las bases para la adquisición actitudes reflexivas en los niños y las niñas que les permitan ser personas ser  exitosas en todos los ámbitos de su existencia.